Desde la Federación Universitaria Argentina nos pronunciamos en solidaridad con nuestros hermanos mexicanos y repudiamos los hechos suscitados el 26 de septiembre pasado en el estado de Guerrero. Policías de ese estado mataron a seis personas y secuestraron a 43 estudiantes de magisterio de la escuela rural de Ayotzinapa, en Iguala. Según relatan dos de los sicarios que fueron capturados, los jóvenes estudiantes fueron entregados a los narcotraficantes del cartel de Guerreros Unidos por la policía. “Yo no escuché nada” dijo el hoy detenido alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, que acumula denuncias por persecución a opositores y por vínculos con el cartel local.

Luego, el 7 de noviembre, el procurador general de México, Jesús Murillo Karam, anunció que habían encontrado los cuerpos incinerados de los estudiantes de magisterio en bolsas. Sin embargo, los padres de los normalistas no se rindieron y exigieron que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) hiciera las pericias. Queremos destacar el rol de los peritos argentinos que por su compromiso con los derechos humanos, con el reconocimiento de los cuerpos de los desaparecidos y el compromiso por recuperar la identidad de los bebés secuestrados por la dictadura militar. Es por ello que el EAAF es reconocido internacionalmente y llamado para realizar las pericias frente a un Estado que protege a los narcotraficantes antes que a sus propios ciudadanos.

“Los restos de 24 de los 30 cuerpos hallados en una fosa clandestina de la ciudad de Iguala no pertenecen a los estudiantes normalistas desaparecidos”, señalaron los peritos argentinos. Sin embargo, día tras día, encuentran nuevas fosas con restos humanos que muestran la magnitud de los asesinatos cometidos por los narcos en México.

El 6 de diciembre se identificaron los restos de Alexander Mora pero a pesar del horror, del dolor y del escándalo que suscitó el caso a nivel internacional, hoy en México los 42 estudiantes restantes del magisterio de Ayotzinapa siguen sin aparecer. Las movilizaciones se multiplican en todo el país y en el distrito federal, movilizaciones que son reprimidas sistemáticamente por las policías locales y por la policía Federal.

Por eso es que los estudiantes levantan carteles en los que aseguran que “en México es más peligroso ser estudiante que ser narcotraficante”, porque el Estado parece más preocupado por frenar cualquier posibilidad de cambio político que por garantizar la vida de los ciudadanos frente a los ataques de los carteles del narcotráfico.

Frente a esta situación debemos reconocer que en América Latina avanza la estrategia común de los sectores dominantes hacia la estigmatización de la juventud. En los últimos años se han acrecentado los casos en que, salvando las particularidades de cada país, la juventud ha sido la principal víctima de turno. La complicidad y lazos del crimen organizado con el poder político han sido en México esta vez los que pusieron en escena una estrategia común de ataque a la juventud.

El Presidente Peña Nieto dijo «Demos un paso adelante, superemos el caso Ayotzinapa»

 

Nosotros, desde la Argentina, junto con todos los estudiantes de América Latina decimos:

¡No al Estado cómplice de los narcos! ¡Vivos los llevaron, vivos los queremos!

 

Exigimos el pronunciamiento del gobierno argentino condenando lo sucedido en México y expresando solidaridad con el pueblo mexicano.

 

Desde la FUA nos comprometemos a participar de las distintas acciones acompañando a familiares y al movimiento internacional en el pedido de justicia por los 43 estudiantes.