En las últimas semanas se ha dado a conocer el proyecto de ley enviado al Congreso Nacional para el presupuesto 2017 destinado al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (MinCyT) en el que se prevé una reducción del PBI destinado a esta cartera del estado nacional.

Con una diferencia porcentual cercana al 0.1% respecto al 2016, el presupuesto estimado para el MinCyT rondaría los 14.000 millones de pesos, un aumento cercano a 2.000 millones respecto al 2016 que no llega a cubrir la inflación interanual ni el aumento de planta del Ministerio en todas sus dependencias, lo que se traduce en una reducción real del 3.5%.

Si bien el proyecto de ley no es definitivo (tiene que terminar de discutirse en comisiones del Congreso y ser tratado en el pleno de las Cámaras en diciembre) estas cifras alertan sobre una posible reducción general del PBI destinado a CyT, el cual ya había sufrido serias reducciones en los presupuestos de 2015 y 2016 (con instancias irreales de discusión donde la propuesta del Ejecutivo llegaba «cerrada» al Congreso).

En pleno siglo XXI donde la producción de conocimiento constituye el capital intelectual de las naciones, y éste a su vez el nivel de desarrollo de las mismas, pensar en una reducción de fondos asignados puede traer serias y graves consecuencias en la sociedad Argentina, entre las cuales se destaca la reducción de becarios e investigadores quienes buscarán refugio en otros países para continuar sus trabajos de investigación.

Asimismo, las naciones que más han invertido en investigación y desarrollo son aquellas en las cuales los índices de nivel de vida son mayores, es por eso que con los destacados y prestigiosos científicos a nivel mundial que tiene nuestro país, el Estado no puede ni debe darse el lujo de dejarlos ir por falta de fondos.

A raíz de distintos reclamos y expresiones de preocupación, no sólo de la comunidad universitaria y científica sino también de Diputados del oficialismo, el gobierno ha anunciado un aumento en el presupuesto al previsto en unos 900 millones de pesos, cosa que celebramos pero vemos con preocupación que aun así éste no llegue a cubrir el porcentual esperado del PBI.

Por otro lado, entendemos que el intercambio de experiencias y puntos de vista de los investigadores en el exterior es beneficioso y provechoso para la ciencia en general, pero rechazamos los dichos del Ministro Barañao quien en el Congreso de la Nación aseguró que “es bueno que se los científicos se vayan” y “la situación en Argentina rebalsa”.

Es voluntad de esta Federación hacerse eco de los reclamos de la comunidad científica, y en particular de los estudiantes en formación, futuros profesionales del área, y sumarse al estado de alerta por la situación del presupuesto para ciencia y tecnología para el año próximo. Además, queremos manifestar de la necesidad real que existe en el sistema universitario de que los y las jóvenes investigadores sean puestos en valor y el presupuesto 2017 contemple mayores posibilidades para desarrollar ciencia de parte de nuestros compañeros.