En los últimos días del mes de enero del corriente año, la Junta Internacional de Fiscalización de estupefacientes (JIFE) perteneciente a la ONU, emitió un informe sobre el estado de consumo de drogas y narcotráfico de una decena de naciones, entre las que se encuentra la nuestra, y el que expresa un reclama para constituir una renovación en la legislación sobre drogas.
LA legalización del auto cultivo medicinal fue un primer gran paso, pero aun no es suficiente. Han pasado ocho años desde que la Corte Suprema dio su dictamen en el fallo Arriola, en el que declaró la inconstitucionalidad del artículo 14 (segundo párrafo) de la Ley N° 23.737, o mejor conocida como la Ley de Drogas, el que expresa que una persona adulta debía tener un castigo en caso de tenencia de marihuana para consumo personal dentro del ámbito privado. Tras casi una década el tratamiento de una nueva ley de estupefacientes es urgente, y hoy ni más ni menos que la Organización de Naciones Unidas es quien hace su reclamo.


Entendemos que la despenalización y un debido debate sobre la legalización es imperativo. No solo como herramientas para garantizar la expresión de las libertades individuales, siempre que no afecten a terceros, pero además es una manera de encarar verdaderamente la lucha contra el narcotráfico. 


Muchas de las denuncias por infringir la mencionada ley, llegando en el pasado a cerca del 70%, han sido por tenencia y consumo personal. Esto retrasa la investigación de los verdaderos culpables de encadenar a muchos jóvenes a una adicción, que además el estado no tiene herramientas claras para ayudarlos a salir del rumbo oscuro en donde algunas drogas los llevan.


Es así que aunque consideramos importante la legalización del consumo personal, también pregonamos por medidas de prevención de adicciones, tanto para las que hoy son ilegales como las legales, tales como el alcohol, los cigarrillos y algunos medicamentos como los antidepresivos. Además en caso de generar la opción de la utilización de estas, se podrá regular un sistema de disminución de riesgos, en el que se verificara la calidad de la droga producida tal y como sucede con aquellas utilizadas en la medicina. 


Hoy convocamos tanto al ejecutivo como al poder legislativo a pregonar por un debate entendiendo no solo las expectativas de nuestra sociedad, sino también de aquellos organismos internacionales, que ven en nuestro país las opciones de generar un progreso no solo económico sino también social.

Presidencia FUA.