En el informe titulado “Argentina, país generoso” Jorge Lanata dejó en evidencia una visión que hace tiempo se intenta imponer desde los grandes medios de comunicación. Cuestionan lo que para el Movimiento Estudiantil y la comunidad universitaria son grandes conquistas: el ingreso irrestricto, la gratuidad y la pluralidad, entre otras.

Con un enfoque xenófobo critican el ingreso de estudiantes extranjeros, reducen el debate de la calidad educativa a la relación entre ingresantes y tasa de graduación y hablan del “costo que tiene la educación para el Estado” en vez de hablar de un derecho que hay que garantizar. Conceptos todos con los que los estudiantes argentinos nos encontramos fuertemente en desacuerdo.

Tanto Alieto Guadagni como Jorge Lanata intentan ocultar la realidad de la Universidad Pública, combinando de forma exitosa grandes niveles de inclusión con más que aceptables niveles de calidad. Pretenden obviar, en 20 minutos de informe televisivo, el total colapso educativo de los últimos años, donde muchos chicos (ya sea que provengan de secundarios de gestión pública o privada) tienen grandes problemas de lecto comprensión y de pensamiento lógico matemático.

Se le pregunta a Guadagni por qué cree que ha aumentado la matrícula extranjera en Argentina y el mismo responde que “se debe a la facilidad que existe en el ingreso”, cosa que no sorprende ya que es éste el referente de quienes piden a través de la Academia Nacional de Educación la implementación de un sistema de ingreso restrictivo y excluyente a la Universidad Pública. Lo que no tiene en cuenta el académico es que lamentablemente, la problemática real que hoy vivimos los estudiantes tiene que ver con el fracaso de un Sistema Educativo Nacional (público y privado) colapsado, que no prepara a sus estudiantes para afrontar los desafíos de la sociedad del conocimiento en la que vivimos.

Esta simplificación del debate que ensayan Lanata y Guadagni tiene objetivos políticos y económicos muy concretos: pretenden arancelar la universidad y restringir aún más su ingreso. El Movimiento Estudiantil Argentino no va a permitir que esto suceda. Compartimos la necesidad de dar profundos debates en torno a la realidad de nuestros sistema educativo: la formación docente, el rol de la universidad, los contenidos académicos que exige una sociedad tan dinámica, la necesidad de articular con mayor responsabilidad la educación media con la superior, entre otros. Debates que también incluyen el reclamo histórico por la derogación de la Ley de Educación Superior sancionada durante el menemismo con la misma visión mercantilista y eficientista de la educación que reproduce el informe de PPT.

En este sentido nos parece importante rescatar la profunda diversidad cultural de la que goza la sociedad argentina. Diversidad adquirida gracias a ser una Nación formada al calor de las inmigraciones y el intercambio étnico, cultural y político. Estamos orgullosos los estudiantes argentinos de estudiar en universidades plurales, reflejo de nuestra sociedad. Sabemos que en la sociedad del conocimiento, la educación es uno de los principales activos con los que los seres humanos podemos contar.

Creemos que hay que ampliar ese derecho, no restringirlo. Estamos a favor de que la sociedad le exija a sus estudiantes y a sus graduados responsabilidad, solidaridad y compromiso y estamos abiertos a darnos un debate sobre los mecanismos pertinentes para que ello suceda, pero en ningún caso vamos a apañar reacciones xenófobas ni que atenten contra la gratuidad y el libre acceso a la educación.

Por todo esto exigimos derecho a réplica e instamos a periodistas, académicos, políticos y estudiantes, a discutir seriamente la educación que queremos poniendo en valor todas aquellas conquistas que hacen que la Universidad argentina haya sido y sea punta de lanza en la región y el mundo.

#EducaciónPúblicaSiempre