En las últimas horas algunos gremios docentes de la Provincia de Buenos Aires, anunciaron que no se llegó a un acuerdo en el cierre de paritarias con el gobierno provincial y, por tanto, procedieron a convocar a paro nacional por 48 horas a partir de hoy, lunes 2 de marzo. Las clases no empiezan y probablemente en la próxima asamblea, se extienda la medida.

Esto no es una novedad en nuestro país ya que año a año nuestros educadores se enfrentan a la misma problemática a la hora de comenzar con el período lectivo: los sueldos no alcanzan, las propuestas de los distintos gobiernos provinciales son ínfimas.

Es decir, los docentes no solo se encuentran con que el salario es mínimo sino que además las escuelas se caen a pedazos, no cuentan con el material necesario para trabajar (desde tizas hasta sillas), las aulas están superpobladas y, por ende, se dificulta trabajar con los estudiantes de manera tal de que el proceso enseñanza-aprendizaje sea el ideal.

En síntesis, la educación no es una prioridad para nuestros gobernantes. De hecho, la discusión referida al sistema educativo en Argentina, los últimos años, ha girado en torno a cuestiones salariales y poco se discuten currìculas y métodos. En un país donde 3 de cada 10 chicos que comienzan la escuela primaria, no terminan la escuela secundaria, se sigue desestimando la función docente, se siguen poniendo parches a la educación y no se ataca el problema de raíz.

Es nuestro compromiso como jóvenes comprometidos con la educación pública, exigir a los responsables de generar políticas públicas en pos de un mejor presente y un mejor futuro para nuestra educación, que empiecen a hacerse cargo. Los chicos tienen que estar en el aula y para eso necesitan a sus docentes preparados y con ganas.

Porque entendemos que la educación es la emancipación de los pueblos, queremos una Argentina con más oportunidades para todos. Porque en un país desigual, la educación nos iguala.