Desde 2014, bajo situaciones poco claras por falta de investigación por parte de la justicia de Tucuman, fue encarcelada acusada de haberse realizado un aborto. Descreyendo la posibilidad de que haya sido un aborto espontáneo, del que ella recién fue consciente cuando su médico se lo informó.
Con repetidas situaciones de violencia institucional, Belén (nombre dado para protegerla) pasó dos años de su vida en en prisión hasta su liberación en el transcurso del año pasado. A pesar de ya no encontrarse recluida, su situación penal continuaba siendo cuestionada por la Justicia Tucumana, sin encontrarse con una absolución correspondiente.
Es un caso en donde la Justicia nos demuestra que también puede ser injusta. Ante esto nos preguntamos ¿Por qué se la acusó injustamente, con un proceso penal poco claro? ¿Por qué, a pesar de no haber sido voluntario su aborto, se lo consideró como tal? pero tampoco podemos evitar pensar ¿Por qué decidir para las mujeres, en especial si son pobres, está prohibido? En la Argentina mueren alrededor de cien mujeres por abortos inseguros. Se trata de mujeres de todas las edades, que por no seguir con embarazos no deseados, prefieren arriesgar sus vidas.
Exigimos nuevamente que el Estado garantice todos los derechos y aborde esta problemática, que vulnera la integridad de miles de mujeres. Es necesario rever el sistema penal que viene siendo sostenido por todos los gobiernos democráticos, incluso por la única presidenta mujer, y que limita además el derechos a la interrupción del embarazo incluso en los casos que son legales, teniendo en cuenta que en la actualidad sólo nueve de las jurisdicciones de este país cuentan con protocolos de atención respetuosos de los derechos de las mujeres.
Hoy desde la presidencia de la FUA, reclamamos el debate urgente de la ley por el aborto legal, seguro y gratuito por el HCN, para que no haya más casos como Belén.
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