El Gobierno Nacional, desde su asunción, ha tenido una política que va en detrimento de la Soberanía Nacional. Respecto a las Islas Malvinas, vemos esta política en el posicionamiento argentino frente al accionar de otros países en nuestro territorio. Uno de gran relevancia fue el caso de los vuelos militares efectuados desde Brasil a nuestras islas para abastecimiento militar, siendo las islas una gran base militar británica y un punto de importancia estratégica y geopolítica para la OTAN.
Por otro lado, la reforma previsional impulsada por el poder ejecutivo del año pasado, no solo afectó a nuestros jubilados y niños, sino que también ajustó las pensiones de los ex-Combatientes, volviéndose una nueva humillación contra nuestros héroes de Malvinas.
Además, en ninguna de las intervenciones en organismos internacionales se ha denunciado la explotación pesquera y petrolífera que se realiza sin la autorización del Estado argentino. En este sentido el gobierno ha contrariado la Constitución Nacional, que en su primera disposición transitoria “ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes”, y ha desoído los términos de la Resolución 2065 de Naciones Unidas.
A estas actitudes entreguistas se suman, desde la pérdida del submarino ARA San Juan y la desatención e insensibilidad para con las familias de los 44 héroes, hasta diversos mapas difundidos por algunos Ministerios en que se oculta la Islas o son nombradas por su nombre imperialista, “Falkland Islands”. A su vez, se tomó la decisión de darle vuelos hacia las Islas Malvinas a una empresa privada Low Cost y no a Aerolíneas Argentinas, nuestra aerolínea de bandera.
Tanto los ingleses imperialistas como el gobierno entreguista están negando el derecho de nuestro país a la soberanía sobre las Islas Malvinas. Soberanía que no se sustenta sólo en el punto de vista legal con el reconocimiento de varios organismos multilaterales e internacionales, sino también desde los puntos de vista geográfico e histórico.
Por un lado, se encuentra en nuestra plataforma continental, por lo que, según tratados internacionales, tenemos “derechos exclusivos de soberanía para la exploración y explotación de los recursos naturales allí existentes”. Por otro lado, cuando la Argentina consiguió su independencia entre 1810 y 1816, los territorios que anteriormente eran reconocidos por las potencias como españoles (sustentado históricamente por unas cartas descubiertas entre el gobernador de Buenos Aires y el primer mandatario de las islas para el año 1767), pasaron a estar bajo el dominio de la naciente república. El 6 de noviembre de 1820, ésta tomó posesión efectiva de las islas y el Reino Unido no efectuó protesta alguna. Ni lo hizo el 15 de diciembre de 1823 cuando reconoció a las Provincias Unidas, ni cuando firmó con ellas el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación del 2 de febrero de 1825. Además, Argentina designó un gobernador para las islas y comenzó a establecerse y poblarlas. Pero los ingleses desembarcaron en las islas y las invadieron el 3 de enero de 1833.
Desde entonces, la Argentina reclama por la soberanía sobre las islas en todos los ámbitos internacionales existentes, y obtuvo fallos a su favor, que el Reino Unido nunca reconoció. Uno de los argumentos que esgrimen los británicos para mantener la ocupación militar de las islas es la ridícula idea de que los menos de tres mil súbditos de la corona británica que hoy las usurpan (los kelpers) pueden ejercer el derecho a la autodeterminación nacional.
En 1982, la dictadura militar estaba desgastada y en retirada debido a la resistencia de las organizaciones sindicales y de derechos humanos. El 30 de marzo de ese año, convocados por la CGT, bajo la consigna «Paz, pan y trabajo», cincuenta mil jóvenes y trabajadores coparon la Plaza de Mayo en una verdadera huelga política de masas contra la dictadura militar. El 2 de abril el gobierno de facto recuperó militarmente las islas apropiándose de la causa de Malvinas para perdurar en el poder.
Pese a la valentía y el sacrificio de los combatientes argentinos, la superioridad técnica de las fuerzas inglesas y el respaldo norteamericano y del conjunto de la OTAN determinó la derrota en el conflicto militar.
36 años de lucha pasaron para que algunos familiares pudieran localizar a los “soldados argentinos solo conocidos por Dios” (investigación desarrollada por la Comisión Internacional de la Cruz Roja y el Equipo Argentino de Antropología Forense), soldados caídos en combate que fueron sepultados en el cementerio de Darwin. Es una gran noticia para dichas familias y nuestro pueblo. Es de suma importancia poder reconocer debidamente a nuestros héroes y brindarles el respeto que merecen.
36 años después, seguimos reivindicando a nuestros héroes que lucharon con gloria y honor contra el imperialismo británico.
Queremos expresar nuestro enérgico repudio para con el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, quien encabezó la comitiva y por primera vez un funcionario argentino dejó que su pasaporte fuera sellado al ingresar a las Islas Malvinas.

A pesar del gobierno entreguista, el Pueblo argentino seguirá reclamando la soberanía de las Islas. Desde la Federación Universitaria Argentina decimos bien fuerte ¡FUERA INGLESES DE MALVINAS!