El 10 de diciembre de 1983 asumió la presidencia de Argentina el político radical Raúl Alfonsín, luego de siete años de interrupción democrática por parte del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional. Durante este proceso y de la mano de los denominados “grupo comandos”, secuestraron, torturaron, asesinaron y provocaron la desaparición de mas de 30.000 personas que según ellos eran consideradas “subversivas”. A fin de investigar los crímenes cometidos el Dr. Raúl Alfonsín, en un hecho inédito en la región y el mundo, decreto el juzgamiento de las juntas militares y creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas. La misma debería investigar y organizar las pruebas que se presentarían en representación del Estado Nacional durante el juicio.

La CONADEP fue integrada por grandes personalidades, reconocidas y respetadas de nuestro país, en distintos ámbitos de conocimiento que mostraron su compromiso democrático, personalidades como Ernesto Sábato, René Favaloro, Magdalena Ruiz Guiñazu, entre otros. A lo largo de todo el país la comisión fue recolectando testimonios, de sobrevivientes, familiares, represores y elaboro un informe con todas las denuncias de las desapariciones producidas. Con esta información confeccionaron mapas, clasificaron los relatos e hicieron un análisis a fin de reconstruir el modo de operar del terrorismo de estado.

El resultado de toda esa investigación fue entregado el jueves 20 de septiembre de 1984 al presidente Alfonsín, El informe final, determino que existió un plan sistemático desde el gobierno, lo que permitió el juzgamiento en el Juicio a las juntas. Este informe final fue publicado en forma de libro bajo el nombre de Nunca Más.

Este año desde la federación, conmemoramos los 30 años de ese día en donde por fin la Argentina pudo creer que la justicia existía y de la mano de la CONADEP se pudo juzgar a las juntas militares , y darle a cada familia, a cada desaparecido, a cada torturado y a cada fallecido un sentido de memoria y justicia. Será la Democracia la que hará perdurar estos términos, ya que muchas veces se encuentran ausentes, hoy casi 30 años después no se habla de violencia política, pero si de la violencia del crimen organizado, escolar, familiar. En esos años supimos escuchar a la sociedad y sus demandas, sin distinciones políticas. Hoy necesitamos desarrollar estrategias en donde la ley sea respetada y por sobre todo eficaz. Hoy como hace 30 años aun nos quedan muchos NUNCA MÁS por decir.